El Rabino Irreverente

Martín Kalenberg, para TuMeser

Feminista, progre, popular y antiortodoxo. Así defino al seminarista Hori Sherem, quien integra el área rabínica de la Nueva Congregación Israelita (NCI) desde principios de 2022. Sinceramente no tengo en claro el orden en que deberían ir estos adjetivos, pero entiendo que todos se relacionan íntimamente con Sherem quien, aun cuando es un estudiante avanzado, es presentado como rabino por los medios nacionales.

La comunidad de la calle Payán se la jugó por un perfil nada clásico y convencional para la mentalidad judeouruguaya, pero que busca llegar a un grupo de jóvenes a los que las propuestas más tradicionales no los mueven ni conmueven, así como para revivir el intenso debate por lo judío (apagado desde hace mucho tiempo en nuestras tierras), al menos mediante las redes sociales de moda: TikTok e Instagram.

Es que Sherem es un influenciador en TikTok (la red de videos cortos) con un acumulado de  2.3 millones de “Me gusta” a sus videos que tratan sobre la visión de su judaísmo liberal/progresista/popular enfocada en las problemáticas sociales actuales así como en temáticas judaicas que van desde el origen divino de la Biblia hasta la homosexualidad. En sus videos utiliza recursos como la ironía y la sorna. Se burla de un eventual castigo divino por sus dichos, que es lo que le aventuran muchos de sus seguidores.

Lleva a la práctica lo que predica. En un Shabaton (fin de semana que incluye el sábado judío) organizado por Sherem a fines de marzo, en el marco del proyecto para jóvenes de la NCI, y según las fotos del rezo matutino del sábado que la institución difundió, se ven a jóvenes mujeres de talit (manto ritual), cargando/llevando la Torá (rollos de la ley) y diciendo las bendiciones vinculadas a la lectura de la porción semanal del Pentateuco. ¿Les cambia algo a las jóvenes judías ponerse el talit, cargar la Torá y decir sus bendiciones como Sherem propone? Parecería que en una comunidad poco y nada observante como la uruguaya, esto es irrelevante.

Ahora bien, si lo miramos desde el punto de vista del empoderamiento de la mujer, tema que -por suerte- cobró mucho ímpetu en los últimos años, creo que es un acierto, como una especie de guiñada a estas jóvenes uruguayas que ven en la ortodoxia (incluso en la moderna) algo machista y anticuado. Todo esto es impensable en los espacios juveniles de Jabad (ultraortodoxia moderna) y del Yavne (ortodoxia moderna), tanto en cuanto al rol de las mujeres como a tomar y difundir imágenes de hechos acontecidos en Shabat.

La variedad siempre es buena, y el público al que apuntan estos espacios, aún cuando puede coincidir, es bien específico.

Por el momento el Yavne se enfoca más a lo vinculado al estudio de fuentes, sin descuidar lo social a través de sus viajes, mientras que Jabad y la NCI están más enfocados en lo social con la diferencia que Jabad apunta a un público más chic (aun cuando no necesariamente tradicional) y la propuesta de Sherem tiende a ser para judíos más cercanos al progresismo, sea desde lo político-ideológico o desde lo judaico.

¿Qué lugar ocupa Dios en la vida de Sherem? Es una pregunta que solo él puede responder. Está claro que es central en su vida (¿como para todo rabino?), pero su vínculo con la divinidad parece conflictivo, quizás por su pasado ortodoxo, el cual develó en la entrevista que le realizaron en el programa radial Fácil Desviarse. De todas formas es una de las pocas cabezas que se ven con kipá en las calles montevideanas, lo cual lo vuelve uno de los religiosos del paisaje pocitense.

Sherem me hace acordar al hijo rebelde de la Hagadá (relato) de Pésaj porque se rebela contra el orden establecido.

 ¿Es su irreverencia un mérito o una falta moral? En el ámbito judío religioso uruguayo es un bien necesario.

Está claro que en algunas ocasiones traspasa los límites, teniendo en cuenta cómo trata las creencias de sus hermanos y hermanas ortodoxas. Eso es algo de lo que se debe cuidar. Argumentos, sí; agravios, no. A pesar de todo esto, Sherem también tiene sus límites. Al ser consultado acerca de si casaría a una pareja homosexual, durante una entrevista el programa radial Fácil Desviarse de Del Sol FM, contestó que sí, pero que ambos integrantes de la pareja tienen que ser judíos o judías.

Hoy día en la comunidad judía uruguaya hay poco debate y discusión de los que enriquecen, tal como decía el filósofo Carlos Vaz Ferreira. Sherem vino a sacudir el avispero. Ojalá que lo logre.