David Fremd Z’L
El 8 de marzo se cumplieron cinco años del asesinato de David Fremd Z’L en la ciudad de Paysandú, a orillas del río Uruguay.
Fue a las tres de la tarde, cuando David venía a abrir su negocio como todas las tardes. Siendo marzo, hacía calor y brillaba un sol despiadado. Calles desiertas como corresponde a la sana costumbre de la siesta en el interior. David estaba acompañado por el menor de sus tres hijos.
De algún lado (porque no fue “de la nada”) surgió el asesino que, cuchillo en mano, asestó las fatales puñaladas que no mucho después determinaron la muerte de David. Cuando todavía nadie salía del estupor generalizado, David ya estaba muerto. El esfuerzo de su hijo desesperado no pudo evitar el desenlace. El asesino fue reducido y encarcelado, pero todo esto es irrelevante. El atentado se había consumado.
A cinco años de aquella tarde la NCI de Montevideo honra la memoria de David Fremd con un Acto por la Convivencia. Toda la comunidad judía uruguaya se alinea detrás de este acto y se hace presente. La Memoria es, una vez más en la historia del pueblo judío, un instrumento de tikun olam, la forma judía de mejorar el mundo. De la tragedia personal, propia, e intransferible, aprendemos y legamos valores universales a la Humanidad.
No somos ingenuos; sabemos cómo y por qué sucedió el hecho aquel 8 de marzo de 2016. Fue el acto culminante de una escalada antisemita que había comenzado en 2014, a raíz del último enfrentamiento entre Israel y Hamas en la frontera de Gaza. El gobierno de turno en Uruguay hizo caso omiso a los signos y señales antisemitas que coparon el discurso de buena parte de la opinión pública, las redes sociales, y los muros urbanos. No sólo eso: fue parte del discurso distorsivo.
Aun así, vivimos en un país básicamente tolerante y plural. Está en nosotros seguir sumando palabras a ese discurso de convivencia y pluralismo; ese es el espíritu que inspira el Acto, ese es el legado que David nos dejó. Porque todos coincidieron en recordar y rescatar su espíritu humilde, conciliador, popular, y generoso. La mejor conciliación entre su profundo judaísmo y su orgullo de uruguayo.
Un día después, 9 de marzo de 2016, llovió copiosamente sobre el Cementerio Israelita de La Paz y dimos sepultura a David Fremd. Éramos una multitud con los ojos húmedos y el cuerpo empapado. Su hijo mayor dijo, y quedó grabado para siempre: “que no sea en vano”. No lo será.